Empieza el día siguiente, no encuentro las gafas, la cabeza lleva su propio ritmo, bum, bum, no metais ruido por favor, no puedo casi abrir los ojos, la luz…, demasiado fuerte. Que tiempo hace? parece que bueno pero todo esta empañado…
Hay veces que ves cosas lo suficientemente buenas como para traerlas al blog, generalmente, las guardo en Evernote y por falta de tiempo ó mal etiquetado ó por que se te pasan al revisar, se quedan perdidas en el espacio. Es cuando de repente lo ves por ahí y te dices, joder que bueno es este tio, ya escribí sobre él, lo buscas en el blog y …¡no esta!!. Arrrggg, ¿donde lo puse?, ¿en el Reader, Delicious, donde? y lo encuentras. Así, con la confianza en mi memoria un poco maltrecha, más vale tarde que nunca, os dejo con Shinichi Maruyama y su agua.
Hoy es el dia en el que blogs del mundo entero escribimos a cerca de un tema en común con la idea de provocar discusiones y , dentro de lo posible, establecer alguna conclusión.
Me he encontrado por «ahí» un post refrescante total, hielos de todas las clases y formas. No, no estoy hablando de glaciares, ni de nieves perpetuas, sino de los cubitos de hielo con los que habitualmente enfriamos esas bebidas que tan bien nos entran cuando llegamos acalorados.
Foursquare es el último grito en redes sociales, con el teléfono puedes hacer check-ins y geolocalizarte con tus amigos. Ahora unos investigadores de Utah han descubierto lo que es la versión química del asunto. El agua tambien deja su huella en nuuestro pelo y esto haría posible nuestra localización.
Hoy me he encontrado el «inspirado de la semana». Probablemente ya habreis visto fotografias a alta velocidad, de gotas, globos que explotan, balas que atraviesan manzanas, copas ó cualquier otra cosa, pero como estas que hoy os traigo es más complicado.